Algun@s recordarán aquella entrañable película de animación, en la que unos simpáticos monitos robaban las pertenencias a turistas entretenidos con sus monerías. Lo cierto es que los ciberdelincuentes no distan mucho de esos monos. En el artículo de hoy, vamos a explicarte algunas de las maneras de cómo lo hacen, y cómo evitar que roben nuestros datos.
Si has tenido que viajar, o simplemente has tenido que conectarte a una wifi fuera de casa, en la cafetería, en el aeropuerto, etc., debes saber que estás corriendo un gran riesgo.
Suena complicado…
No, no lo es, pero antes de empezar vamos a explicar un par de conceptos fundamentales:
- Wifi: A estas alturas todo el mundo sabrá lo que es una wifi, pero resumiendo, es una tecnología que permite la conexión inalámbrica de dispositivos electrónicos (entre ellos o a Internet) a través de un punto de acceso.
- Punto de acceso: Cuando en nuestro dispositivo le damos a la opción de conectarnos a una red wifi, un punto de acceso es cada uno de los nombres que aparecen en dicho listado. Es decir, que si estamos en casa y queremos conectarnos a nuestra wifi, el nombre que aparece es el punto de acceso de nuestra casa.
¿Los puntos de acceso no son seguros?
Depende, si son conocidos y estamos completamente seguros de quién es el negocio/persona que lo gestiona sí. Si no estamos completamente seguros, puede suponer un gran peligro de nuestra privacidad.
¿Pero cómo?
Muy fácil. Los ciberdelincuentes, con la ayuda de un determinado programa, pueden crear puntos de acceso falsos. Trataremos de explicarte esto con un par de ejemplos para que se entienda mucho más fácilmente.
Imagina que estás en tu casa y quieres conectarte a tu wifi. Le das a buscar y aparece el nombre de tu punto de acceso. Le das a conectar y el punto de acceso te pide la contraseña de tu wifi. Hasta aquí todo normal, pero si el punto de acceso al que has conectado es falso, acabas de darle la contraseña de tu wifi a los malos.
Estás en una cafetería, y necesitas conectar a la wifi gratuita por el motivo que sea. Le das a conectar y en tu dispositivo aparece una página en la que se te informa que para hacer uso y disfrutar de las ventajas de la wifi gratuita, debes introducir los datos de tu correo electrónico, o bien, el usuario y contraseña de alguna red social (el típico «Accede con Facebook»). Hasta aquí todo normal, pero si la wifi a la que nos hemos conectado es falsa, y no es la verdadera red wifi de la cafetería, acabas de dar tus datos de correo, o tu cuenta de la red social a los malos.
Y esto es solo la punta del iceberg. Ahora imagina que vas a punto de acceso no gratuito y te aparece un formulario para que introduzcas tu tarjeta de crédito/débito para cargarte en tu cuenta el tiempo que estés conectad@ a dicha red. Si es un punto de acceso falso, acabas de darle acceso a los malos a tus datos bancarios.
Algunos hackers dejan un equipo a la escucha en puntos clave, aeropuertos, estaciones de autobús, cafeterías… A lo largo de un solo día, imaginad la cantidad de datos que habrán podido robar usando uno de estos métodos.
¿Y qué hago?
Lo más importante, desconfiar. Desconfía de cualquier red a la que te vayas a conectar. Si por poner un ejemplo, has introducido tus datos de Facebook, o de tu correo, para acceder a un punto de acceso desconocido, te recomendamos que cambies la contraseña lo antes posible, y que consultes a quien suele asesorarte en temas informáticos para evitar sustos, o males mayores. Y por supuesto, nunca, nunca jamás, pongas tus datos bancarios en una página desconocida.