Mucho se habla hoy en día del almacenamiento en la nube, hay diversas compañías a nivel mundial y que todos conocemos, que nos ofrecen sus productos para que podamos almacenar con ellos nuestra información. Pero ¿podemos tener nuestra propia nube? La respuesta es sí.
Almacenar copias de fotos, música, películas, documentos y toda clase de archivos, se ha convertido en un hábito hoy en día. Nuestra obsesión por no perder información nos ha llevado a depender de terceros para almacenar nuestra información, con todo lo que ello conlleva.
A muchos les sonará el reciente caso de la compañía que perdió los archivos de música de unos 12 años, unos 50 millones de canciones fueron eliminadas de la noche a la mañana. Ante situaciones como estas, o aquellas en las que por una filtración de datos se publican en internet información privada de todo tipo, es lo que nos lleva a plantearnos la pregunta: ¿realmente podemos confiar nuestros archivos a terceros?
Si bien es cierto que confiar en otros puede ser algo peligroso, los casos de borrados de datos o filtraciones de información son muy escasos si tenemos en cuenta la cantidad de transacciones que se realizan a diario. Para todos aquellos que no quieran confiar en grandes compañías, sino que quieren mantener un control exhaustivo sobre sus archivos, existe una alternativa, la posibilidad de crear nuestra propia nube.
¿Qué es eso de la nube?
Aunque puede sonar un poco complejo, no lo es. Vamos a aclarar algunos conceptos para empezar.
Una nube no deja de ser una red mundial de servidores, cada uno con una función única, que están ubicados en algún punto geográfico, al cual podemos acceder para almacenar nuestra información. En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal o local, se accede a ellos en línea desde cualquier dispositivo conectado a Internet, es decir, la información está disponible dondequiera que vaya y siempre que la necesite.
¿Cómo puedo tener acceso a mis datos desde Internet?
Para llegar a este punto, primero debemos explicar un nuevo concepto ¿qué es una N.A.S.?
N.A.S. son las siglas en inglés de Network Attached Storage o en español almacenamiento conectado en red. Se trata de un dispositivo que podemos conectar a nuestra red, y que es capaz de albergar en su interior una cierta cantidad de unidades de disco, que a su vez podrán ser accedidas desde el exterior, es decir, desde Internet.
Suena caro
Aunque puede sonar a eso, lo cierto es que no lo es. El almacenamiento en la nube normalmente va ligado al pago de una cuota mensual por el mantenimiento de los servicios contratados. Con una N.A.S. solo tendremos que abonar la compra de los dispositivos físicos, es decir, la N.A.S. y los discos duros que vayamos a colocar en ella. Por lo que a medio, o a corto plazo, es una inversión muy rentable y de la que pronto se obtienen beneficios.
¿Y es complicado de configurar?
Lo ideal, y como siempre te recomendamos, es que cuentes con la empresa o persona que te lleva la informática, con el fin de dejar todo bien configurado para que puedas disfrutar de tu almacenamiento privado con seguridad. Las N.A.S. más potentes incluso permiten la creación de máquinas virtuales, algo de lo que hablaremos más adelante en un futuro artículo.
¿Y ya está, así tengo mi propia nube?
Así es. De esta forma podrás almacenar tus archivos, películas, fotos, etc. y tenerlos accesibles desde Internet. Solo un último apunte, y es que la capacidad de tu nube privada dependerá de la capacidad de almacenamiento de tus discos, como es lógico. Esto te permitirá que si en un futuro, te quedas sin almacenamiento, bastará con adquirir discos de mayor capacidad para solucionar el problema.