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Si hay algo que preocupa a casi todos los usuarios, es la administración de contraseñas. Normalmente, un usuario y su contraseña nos permiten acceder a cuentas privadas, donde se almacena información sensible con nuestros datos personales o de nuestros familiares. De ahí la importancia de tener buenas contraseñas.

Si nos fijamos en las huellas que va dejando un animal mientras pasea por la orilla de la mar, podremos comprobar que no hay dos iguales. Las contraseñas también deberían cumplir ese requisito, es decir, ser únicas y lo suficientemente complejas como para evitar que un ciberdelincuente logre descifrarlas.

Las contraseñas son un seguro, una garantía de que nadie, salvo nosotros mismos, podemos entrar en nuestra cuenta personal. Poner como contraseña la fecha de nacimiento, o el famoso 12345, no suele ser una buena idea.

 

¿Cómo puedo crear una contraseña segura?

Entendemos que generar contraseñas de calidad no es un proceso sencillo. Hay páginas en internet con generadores de claves, donde se pueden crear palabras complejas, añadiendo números y combinaciones de letras mayúsculas y minúsculas, además de caracteres especiales, como por ejemplo $, @, #, etc. Nuestro consejo es que antes de visitar una de esas páginas, consultes con tu empresa o persona que te lleve la informática, para asegurarte de que no entras en una página falsa creada por delincuentes para hacerse con las contraseñas que generes.

Si decides crear una contraseña por tu cuenta, hay trucos. Vamos a poner un ejemplo.

Primero debemos pensar en una palabra que nos vaya a resultar fácil de recordar, por ejemplo, el nombre de un familiar. Imaginemos que ese familiar se llama Gustavo.

El segundo paso sería cambiar algunas letras por números, por ejemplo, la «o» por un «0», la «a» por un «4» (por la similitud entre la A y el número 4), quedaría algo tal que así: Gust4v0.

Y por último, en un tercer paso sería añadir un carácter especial entre las letras, para ello vamos a ir alternando $, #, @, y luego vuelta a empezar. La clave quedaría así: G$u#s@t$4#v@0.

Si esto es demasiado complejo, otra opción sería coger la palabra del segundo paso Gust4v0, y añadir un carácter especial al principio y al final, a la vez que intercalamos la fecha de nacimiento de Gustavo, por ejemplo, imaginemos que nació el 1 de abril de 1983. Nuestra contraseña quedaría más o menos así: $G1u4s1t948v30#

Como decimos, esto es un ejemplo. Plantéatelo como un juego, y trata de inventar tu propio generador de contraseñas.

 

¿Pero tengo que poner una clave diferente en cada cuenta?

Es lo recomendable. Si tienes una contraseña diferente para cada una de tus cuentas, te estarás asegurando de que si los piratas logran descubrirla, solamente podrán acceder a esa cuenta en concreto y no a todas las demás que puedas tener.

 

Es muy complicado, seguro que no me voy a acordar.

Sí, no es fácil, cuando se tienen muchas contraseñas complejas, es difícil recordarlas.

No apuntes tus contraseñas en documentos de texto, post-it, libretas, o sitios no seguros. Te expones a que alguien los vea y te robe la cuenta.

Para ayudarnos a que nuestra existencia no se transforme en una pesadilla de claves, hay aplicaciones, o páginas, donde podrás crear una única cuenta para almacenar todas tus contraseñas. Algunos navegadores tienen la funcionalidad de almacenar contraseñas para páginas web. Las aplicaciones más avanzadas, incluso cuentan con soporte para dispositivos móviles. Consulta siempre con la persona que lleve tu informática para que te indique la mejor opción.

De esta forma, solo tendrás que recordar una única clave compleja, la de la aplicación donde almacenas el resto de tus contraseñas. Pero recuerda, no pongas 12345 como clave para proteger tus tesoros.